Nos decidimos a tomar este camino con el deseo de cumplir un sueño heredada de una larga tradición familiar.
Marcelino Ibéricos surge del espíritu inquieto que transmite Marcelino, él, con la sonrisa que dibuja en su cara cuando habla de sus cerdos, transmite su esencia e ilusión a este proyecto, hoy en día, se levanta cada mañana para llegar a la Dehesa Boyal y allí coordina personalmente todas las labores, cuidados y atenciones que reciben sus cerdos Ibéricos.
Todos los procesos que seguimos en elaboración de nuestros Ibéricos son totalmente artesanales. Todo sigue un proceso casero como antaño.