Queríamos redescubrir en esta Miel de antaño el sabor de la infancia, de una merienda después del colegio, de rebanadas de pan chorreando miel recién cosechada. Ni líquida ni dura, la textura es agradablemente cremosa y dan ganas de hincarle el diente. El color ? Dorado, como el sol en el Marais Poitevin. El perfume ? Como su sabor, embriagante de recuerdos... La miel del Marais Poitevin trae recuerdos, pero ¿de qué? Desde la infancia, por supuesto. Para nosotros, la infancia y la miel están íntimamente ligadas. Apasionado como su propio padre, nuestro padre nos llevó con él a cuidar sus colmenas. Cuida a tus abejas. Cosechar miel. Déjalo trabajar. Maceta. Y por supuesto, la merienda. Son estos colores, estos olores, estos perfumes tan queridos por las papilas gustativas que queríamos revivir.