En los años 60, una disputa entre dos titanes de la industria del motor, Henry Ford II y Enzo Ferrari, convirtió a una de las grandes leyendas del automovilismo y sentó las bases de todos los superdeportivos con motor central. Un nuevo diseño para un viejo favorito. En la primera mitad de la década de 1960, la Scuderia Ferrari dominó Le Mans, logrando una pátina indeleble de máximo rendimiento y dureza que fue la envidia de la industria. Independientemente de su éxito en el automovilismo, la parte comercial de Ferrari tenía dificultades financieras y en 1963 Henry Ford II se acercó a Enzo en un intento de comprar la marca italiana. Las conversaciones llegaron a un final abrupto cuando 'Il Commendatore' se dio cuenta de que ganar la Scuderia era una parte integral del trato. L: 41-46 Reino Unido (7½-11½) EE. UU. (8-12)