La receta tradicional de este aperitivo piamontés deriva de la antigua costumbre de conservar las verduras al final del verano para el invierno. Más conocido como aperitivo de la abuela, este producto es uno de los que nunca deben faltar en nuestras despensas ya que todas las bondades de las verduras están encerradas en un frasco de vidrio y disponibles todo el año. La pulpa del tomate se añade a las verduras recién cosechadas, se lavan y se cortan en cubos, respetando su orden de cocción. El atún y los champiñones crean una sinfonía extraordinaria combinados con verduras. Este producto es muy recomendable por su bajo aporte calórico, sin perder su delicioso sabor lo que permite consumir verduras no sólo en los meses de verano sino también en invierno. Un entrante delicioso para disfrutar tal cual, aunque dos anchoas y un huevo duro pueden aportar un toque extra de sabor.