Café de alta intensidad aromática con notas cítricas y notas florales y de hierbas aromáticas. De cuerpo medio y con un agradable postgusto a vainilla. Etiopía es el país de origen del café y el único en el mundo donde se encuentran plantas en estado silvestre. El bosque Harenna, uno de los más grandes de Etiopía, se encuentra en las montañas del magnífico Parque Nacional Bale, a 350 kilómetros al sur de la capital Addis Abeba. A una altitud de unos 1800 metros, el café arábica crece espontáneamente aquí, a la sombra de árboles altos. Desde hace miles de años, cada familia va al bosque, recoge las cerezas, las seca al sol en camas suspendidas, las tuesta, las machaca en un mortero y ofrece café a los invitados siguiendo una ceremonia ancestral, un rito solemne, con un fuerte simbolismo de respeto y hospitalidad. Los productores recogen a mano la fruta madura, seleccionando las cerezas más rojas: una operación que se comparte con la fauna local, cómplice y antagonista, respetando la relación entre el hombre y la naturaleza. El Baluarte de Café Silvestre de Harenna involucra a 60 familias, promueve el acortamiento de la cadena productiva, la protección de la calidad y del territorio y garantiza la dignidad y el justo reconocimiento de las personas involucradas.