El desarrollo del producto se centró en el objetivo de lograr alimentos complementarios que tuvieran un sabor tan natural como si estuvieran cocinados en casa. La comida para bebés tampoco debe contener aditivos ni conservantes. Mientras que el legislador proporciona una lista positiva de aditivos que los productores pueden utilizar como parte de la regulación dietética, el fundador de la empresa, Frank, no quiere saber nada al respecto: “Mi hijo reaccionó a muchos productos convencionales con una erupción cutánea. Por eso no quería añadir ninguna sustancia a mis gachas caseras. ¿Por qué debería hacer eso con un producto industrial cuando hay otra manera?"Lo que también hace que la comida para bebés de Sprösslinge sea innovadora es que las frutas y verduras provienen exclusivamente de regiones seleccionadas del norte de Alemania y que en el envase del producto se utilizan innovadoras tapas orgánicas sin PVC. Los clientes pueden conocer directamente la finca productora mediante un código de transparencia en la etiqueta. Gracias al carácter regional, Frank también mantiene un contacto personal regular con sus proveedores. ""Eso es muy importante para mí, quiero conocer a la gente con la que trabajo", aclara. “También sería negligente no utilizar el conocimiento experto de los agricultores." "La visión de Sprösslinge es aliviar a los padres del primer año de vida de sus hijos. Queremos cuidar de una nutrición sana y respetuosa con el medio ambiente de los bebés y así dar a las familias un tiempo valioso", explica la cofundadora Anne.
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