Conejito vuelve a casa
Ver precio de compra
“Eres un conejo o un ratón, te ves tan diferente”... Aunque Simba no tenía las cucharas de conejo, un día se enamoró perdidamente de Liese, del prado. Nada es imposible, ni siquiera en la vida de un conejo. Porque lo externo es solo lo externo. La historia podría terminar aquí. Pero: Simba tenía otra tarea especial esperándolo. Precisamente porque no tenía cucharas y porque Simba era valiente, alegre y seguro de sí mismo. Tener o no tener una cuchara de conejo no supuso ninguna diferencia para Simba. Se encontró a sí mismo tal como era. Solo Simba, el que no tiene una cuchara de conejo.