El macizo del Jura es reconocido por su fauna excepcional donde conviven multitud de flores y diferentes especies vegetales. El tilo, la acacia, el diente de león, la zarza e incluso el abeto son plantas aromáticas que componen esta miel y que contribuyen a su riqueza. En la cata se mezclan aromas florales y amaderados con una intensidad moderada que agradará a todas las generaciones. De agradable textura líquida, será ideal para preparar tus tostadas de desayuno o para endulzar tus quesos blancos. También puede sustituir ventajosamente el azúcar en su café o té y será muy adecuado para uso salado con queso o en salsas vinagretas, por ejemplo. La particularidad de la miel de todas flores es su singularidad: cada bote es diferente y único, cada bote tendrá su propia historia con su propio color y sus propios sabores. Porque esta miel es nada menos que un reflejo de la tierra en la que evolucionan las abejas: viva y auténtica.