En NANTES, Ciudad Mágica, los gatos se convierten en dulces...
Es así como hace 120 años (desde 1902), el Sr. Charles BOHU, Pastelero le dio el nombre de su gato al manjar que acababa de inventar "RIGOLETTE": parece un nombre inspirado en la Ópera de Verdi, "Rigoletto".
El proceso de elaboración de esta famosa especialidad centenaria es muy complejo de conseguir. A partir de una fina capa de azúcar vaporizada, las Rigolettes se rellenan con una auténtica y exquisita pulpa de fruta seleccionada y luego escarchada.
Los sabores tradicionales son limón, mandarina, piña, frambuesa y grosella negra.
Este caramelo relleno ha sido algo copiado desde su creación, pero nunca igualado.
Histórica y artesanal, La Rigolette es hoy parte del patrimonio de la ciudad de Nantes.