La almendra, fruto del almendro de los países mediterráneos, es una nuez. Aunque su contenido calórico y lipídico es elevado, es ideal para picar cuando se tiene hambre o después de hacer ejercicio. Tomado en cantidades razonables, no tendrá ningún impacto en nuestra línea. Se utiliza entero, triturado, troceado o en polvo en postres a los que aporta sabor y textura: tarta de almendras, turrón, pithiviers, galette des rois frangipane, fondants, gratinados de frutas, manjar blanco, helados, tejas, brioches…y estamos ¡hacia adelante! En cuanto a lo salado, no se queda fuera porque deja más crujiente el pollo, el pichón, la trucha y las almejas, y da su nota única a los rellenos de carne y verduras, al pesto y a las tapenades. Las almendras blanqueadas se suelen consumir como refrigerio rápido y saludable. Pueden ser asados, salados o dulces para obtener una variedad de sabores. La leche de almendras es una alternativa vegana popular a la leche de vaca. Se puede utilizar en batidos, cereales, productos horneados y otras recetas. La pasta de almendras se utiliza en repostería para hacer pasteles, galletas, dulces y otros postres. Las almendras picadas se utilizan a menudo para añadir textura a ensaladas, cereales y postres. Las almendras se pueden utilizar de muchas maneras diferentes en la cocina y su versatilidad las convierte en un ingrediente popular en muchas culturas culinarias de todo el mundo.