El uso de polvo de frutas se remonta a la antigüedad. Las antiguas culturas griega y romana utilizaban polvo de fruta para conservar y transportar fruta fresca, mezclándola con miel y secándola. Los aztecas también utilizaban el polvo de frutas para conservar los alimentos, especialmente frutas y verduras, secándolos al sol y moliéndolos hasta obtener un polvo fino. Con el tiempo, el uso del polvo de frutas se ha expandido a otras áreas, especialmente en las industrias alimentaria y cosmética. El polvo de fruta se utiliza como ingrediente en una variedad de productos alimenticios como bebidas, barritas energéticas, dulces y helados. En cosmética encontramos que los beneficios de las frutas se utilizan para muchos tratamientos de cuidado de la piel. Los mangos se cosechan cuando están maduros, luego se lavan y se secan antes de molerlos hasta convertirlos en polvo. Los frutos secos conservan los beneficios que se encuentran en la fruta fresca. El mango en polvo es beneficioso para la salud ya que es rico en antioxidantes, fibra y vitaminas como la vitamina C, vitamina A. Puede ayudar a fortalecer el sistema inmunológico, mejorar la digestión, reducir la inflamación y promover una piel sana. También puede ayudar a reducir el riesgo de enfermedades crónicas, como enfermedades cardíacas y diabetes, debido a su alto contenido de nutrientes que promueven la salud.