azafrán

El azafrán es una especia que se caracteriza por su fragancia distintiva, que combina notas picantes, florales, amaderadas y metálicas, así como un sabor meloso y ligeramente metálico. Es muy utilizado en la cocina para enriquecer el sabor de muchas preparaciones, ya sean saladas o dulces. El azafrán, procedente de una flor originaria de Grecia, es reconocible por su color amarillo brillante, aportado por el carotenoide que contiene. Se cultiva principalmente en Irán, India, Grecia, Afganistán, Marruecos y España. El azafrán está disponible en forma de filamentos de color rojo brillante, también llamados estigmas, o en versión molida. Además de su uso en la cocina, el azafrán también es valorado por sus beneficios para la salud. Favorece la digestión, ayuda a reducir el colesterol y protege el hígado. También se utilizaba para combatir los resfriados y aliviar la tos, sobre todo en la Europa medieval. El azafrán también se utiliza en el cuidado de la piel gracias a sus propiedades antioxidantes y antiarrugas. El azafrán es un ingrediente esencial en muchas recetas, incluido el risotto a la milanesa, la bullabesa, la paella y el pilaf. Se utiliza habitualmente en la cocina occidental y mediterránea debido a su aroma especiado y color dorado. En la cocina india y asiática, el azafrán es un ingrediente básico del arroz con azafrán, a menudo combinado con platos picantes. También se utiliza en la elaboración de panes, repostería dulce y salada, así como para condimentar cócteles, sopas de pescado, caldos, parmesano y repollo. El azafrán también puede realzar el sabor de las aves, la ternera, el pescado y las verduras, y puede combinarse con otras especias como el curry y el comino. Para revelar plenamente el sabor del azafrán al cocinar, se recomienda infundir los estigmas en un líquido durante varias horas antes de su uso. El azafrán molido también requiere infusión, aunque de menor duración. Lo mejor es añadir el azafrán al final de la cocción, ya que una cocción prolongada puede alterar su sabor y propiedades aromáticas. Sin embargo, el azafrán debe usarse con moderación, porque su sabor es fuerte y su uso excesivo puede distorsionar el sabor de los platos y tener efectos soporíferos o incluso tóxicos. De media, tres filamentos de azafrán por plato son suficientes para realzar el sabor, el color y perfumar un plato o postre.