Este trabajo propone escribir la historia de la moda desde un ángulo inusual, sin centrarse en sus creadores ni en sus piezas, sino analizando los discursos que, de diversas formas, permitieron que la moda se constituyera como una disciplina separada. En esto, La idea de la moda subvierte las expectativas comúnmente asociadas a las publicaciones sobre el tema y combina análisis de textos, historia y estudios visuales con el objetivo de integrar esta disciplina en el campo más amplio del diseño. Émilie Hammen sitúa así la moda en una historia de las ideas que tiene su origen en el período posrevolucionario en Francia y finaliza con la época de las vanguardias a principios del siglo XX. A lo largo de este largo siglo XIX emerge una historiografía que se centra sobre todo en identificar a ciertos enunciadores, aquellos que hablan y, por tanto, definen sucesivamente la moda durante este período. Al estudiar a estos actores, así como la interacción de sus apariciones y desapariciones, el autor repensa los puntos de inflexión y las rupturas tradicionalmente reconocidas por los cambios de siluetas que a menudo acompañan a las mutaciones de los regímenes políticos. Para la modificación de la forma de una manga o del largo de una falda, este estudio propone sustituir el paso del escritor al sastre, el del ingeniero al diseñador. Se trata, por tanto, menos de considerar la moda como una manifestación material o visual, que como un conjunto de discursos producidos y apoyados por diferentes grupos socioprofesionales. Sin renunciar a las fuentes historiográficas que compusieron el apogeo de las historias del traje, este trabajo se propone arrojar nueva luz sobre ellas.