
Concebida en torno a un objeto singular –el Estudio de una bata para Balzac realizado por Auguste Rodin en 1897 en el marco del encargo de un monumento a Balzac– esta obra reúne alta costura y escultura. El libro se centra en este objeto singular, que combina el mito del escritor envuelto en su bata con la arqueología que llevó a cabo Rodin cuando se propuso encontrar al sastre de Balzac para que rehiciera uno de los trajes del escritor. El fantasma de yeso que surgió de esta investigación finalmente condujo al Balzac, que fue inmediatamente rechazado por los patrocinadores del monumento. Esta obra muestra al artista trabajando, sus dudas y sus descubrimientos. Regresa al lugar del Estudio de una bata en el proceso creativo de Rodin y analiza con más precisión cómo permite al artista liberarse de una preocupación mayor: de hecho, si el escultor busca primero redescubrir el cuerpo de Balzac tal como era, rápidamente se topa con el rechazo de la Société des gens de lettres para quien un Balzac gordo, bajo y fornido (aunque cercano a la verdad) es inimaginable. Este libro pretende pues hacernos reflexionar sobre los valores y prescripciones que conlleva la estatuaria pública y, en un momento en el que se están derribando estatuas, sobre la necesaria ampliación de la representación de los cuerpos y de las identidades en los espacios públicos contemporáneos.