Si tiene alguna experiencia quitando la cáscara de una mazorca de maíz, seguramente estará familiarizado con las largas hebras de seda que se asoman debajo de la cáscara. Aunque pueda sorprenderte, esas borlas sedosas, que a menudo se tiran con el resto de la cáscara, son realmente útiles por sí mismas. El maíz es uno de los cereales más importantes de América del Norte e históricamente un alimento básico de numerosas tribus nativas americanas. Aún así, pocas personas saben que estas tribus no sólo cosechaban maíz para comer los granos, sino que también guardaban la seda del maíz para preparar infusiones y tés de hierbas. La seda de maíz es sutil y suave, con un sabor suave que hace que beberlo sea una experiencia placentera. La miel o el limón son una excelente adición para realzar el sabor.