El café Bonanza no tiene que saber de esa manera. Pero lo hace.
No es tu típico. Es innecesariamente bueno.
Tal vez sea porque estamos innecesariamente motivados.
Innecesariamente curioso. Obsesionado innecesariamente.
Se podría decir que llevamos las cosas demasiado lejos. Y en realidad tendrías razón.
Vamos a lugares que otros no irían. Para nosotros, “demasiado lejos” es exactamente donde queremos estar. Todo en nombre del café.