
Esta típica galleta toscana nació en la segunda parte de la Edad Media y la etimología parece derivar de "Cantellus" del latín "Parte": en la antigüedad representaban la parte final del postre que los panaderos preparaban para las familias más nobles. y dejado a los campesinos. Además de su función habitual como galleta, hoy en día suelen acompañarse de Vin-Santo: el vino generoso de Siena en el que se acostumbra remojar la galleta por dentro para que se ablande y endulce. El tendero Manganelli propone la receta tradicional que ofrece una galleta seca hecha con almendras, crujiente pero no dura, lo que confirma la calidad de la materia prima y su frescura. También disponible en formato caja con el combinado Vinsanto y en el envase certificado sin gluten.