Té Negro Darjeeling Indio 100% Natural Vegano

El Té Negro Darjeeling Es el más refinado que existe, ya que no por nada se le conoce como El Champagne de los tés“, y no solo por su apariencia en color ámbar, sino también por su delicado sabor y aroma. Su origen está en Darjeeling, una región en la India, al noroeste donde las condiciones ambientales son más apropiadas de forma natural. Por esto se le puede conocer también como Té Indio. Su sabor lo ha hecho famoso a nivel mundial, muy refrescante y frutal, muy similar al de un vino blanco frutal. Su delicadeza hace que sea tomado como una bebida festiva en la India, y no desmerece en nada. Esta versión del Té Negro Darjeeling Indio es 100% y Vegano, especialmente creado así, ya que se asegura que no contiene trazas de productos animales o derivados, y que en todo el proceso de producción no se han usado recipientes, utensilios o similares que se usen en procesos de productos no veganos. Así que podrás disfrutar y aprovechar de todo lo que tiene para ofrecer a tu paladar, y a tu organismo, ya que tiene propiedades que protegen el corazón, previenen enfermedades cardiovasculares, cuentan con un efecto antioxidante que previene el envejecimiento prematuro, y se encargan de acelerar naturalmente el metabolismo, por lo que ayuda a perder peso más fácilmente. Consejos de preparación Para preparar una taza de Té Negro Darjeeling Indio lo ideal es utilizar entre 1 cucharada y 1 cucharada y media. Entre más sea más intenso será el sabor, pero no se debe exceder tal cantidad, o la sutileza del sabor se perderá. La temperatura debe ser de 95°C, sin alteraciones, y la infusión de entre 2 y 3 minutos. La diferencia no hace gran efecto, pero funciona para conseguir un sabor más intenso si se deja los 3 minutos. Si has preparado Té Negro convencional, sabrás que suele tardar más, pero en este caso se pretende que la infusión sea ligera. ¿Cómo tomarlo? Se recomienda que sea tomado por las tardes. Eso es lo que se acostumbra desde sus orígenes, pero puede ser tomado por la noche también si así se desea. En cuanto a la temperatura, lo mejor es caliente, recién preparado. No mantiene el mismo nivel de sabor si se entibia o enfría. Su mejor versión siempre será caliente. Tampoco se recomienda que se le agregue leche, puesto que la sutileza de su sabor se pierde en una bebida muy espesa, y el sabor lácteo se impone. Lo que sí le viene de maravilla es el zumo de limón o colocarle una rodaja del mismo. El añadido cítrico logra una bebida más amigable, intensa, y con más matices frutales.