Crecimos en el hermoso Spreewald. De niños jugábamos mucho en el campo, de adolescentes explorábamos los pueblos en bicicleta por la noche y explorábamos los bosques en ciclomotores.
Como adultos, salíamos de casa para entrenarnos o estudiar. Pero el amor por el hogar permaneció. Ahora queremos combinar la vida urbana con los encantos del campo.