En 1999, 14 productores de café comenzaron a colaborar fundando una cooperación para producir café sustentable y amigable con el medio ambiente. Su objetivo: mantener el hábitat de los animales y prevenir la contaminación de los suministros de agua locales. Su cooperación se llamó "Kachalù", una palabra que ellos mismos interpretaron como "Esperanza". Su esperanza era y sigue siendo hoy que su Kachalù seguirá siendo demandado, incluso en una crisis mundial del café. Origen y plantación Las plantaciones de Kachalù están ubicadas en medio de la selva tropical sudamericana, en el corazón de Colombia, y se benefician del clima húmedo y caluroso durante todo el año. En comparación con Brasil, Colombia tiene la ventaja especial de que no necesita preocuparse por los períodos de frío, que podrían destruir una cosecha entera. Carácter y gusto Considerado este café como de Sudamérica, tiene un carácter sorprendentemente fuerte, casi picante y terroso. La dulzura intensa de los complejos aromas del caramelo de chocolate se complementa con un toque dulce de fruta.