Esta harina está hecha de calabazas sin cáscara oleaginosas. Sus posibles usos son múltiples. Útil en diferentes dietas así como para preparar pasteles y comidas calientes. Cuando se consume regularmente, la harina de semilla de calabaza tiene un efecto beneficioso sobre las enfermedades de la vejiga y la próstata. Por su alto contenido en fósforo, facilita los procesos cerebrales y neurales. Ralentiza y modera el proceso de demencia. Por su contenido en vitamina A y E bloquea los procesos inflamatorios en el organismo. Reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares, hipertensión arterial y arterioesclerosis. La harina de semilla de calabaza es una gran ayuda en la lucha contra la infertilidad tanto para mujeres como para hombres. Ideal para bollos, bollos y especialidades de pan. Su maravilloso color verde hace que cualquier cosa sea un poco extraordinaria.