
Eso es todo, eso es todo lo que queremos. Difunde, eso que difundes a toda prisa, sin pensar. Pero ahora las cosas están cambiando. No es sólo una extensión. No. Es una revolución. Una oleada de avellanas tostadas, una dulzura derretida, un sabor que ni siquiera viste venir. El interior de una tableta de chocolate con avellanas, ya sabes, de la que hablamos sin decirlo, de la que comemos a escondidas. Pero esto es mejor. Es más intenso. Es algo que no puedes detener. ¿Alguna vez has tenido esto? ¿Ese momento en el que pruebas algo y te detiene en seco, ahí mismo, en tu cabeza? Esto es exactamente lo que está sucediendo aquí. No es sólo una extensión, es la cuestión. Algo tan adictivo que ni siquiera sabrás cómo has conseguido terminar el bote de una sola vez. contraTe recuerda a una extensión argelina, y eso no es una coincidencia. Un sabor de infancia, un aroma de nostalgia, una textura que evoca recuerdos compartidos. Un manjar al mismo tiempo familiar y sorprendente. Es más que una extensión. Es una declaración. Una bofetada. Suavidad que te hace sentir como en casa, en cualquier lugar. Una cucharada y estás jodido. No te detendrás. No podrás prescindir de él. Porque aquí eso es todo lo que importa. Placer. Sencillez. Satisfacción. Eso es todo. Eso es todo lo que queremos.