
Una caja para quienes merecen más que un agradecimiento. Hay objetos que trascienden el tiempo, tesoros olvidados que acabamos redescubriendo. Esta caja octogonal es una de ellas. Inspirado en un polvo compacto Fragonard encontrado en los archivos de la casa, renace hoy para el Día de la Madre, bajo otra forma: un precioso estuche que alberga una preparación de frutas nacida del encuentro entre Confiture Parisienne y Fragonard, dos casas familiares apasionadas por la belleza y la bondad. contraComienza con una cuchara. La brillante acidez de la mandarina, la sutil emoción del azahar y, de repente, todo cambia. Ya no es sólo un sabor, es un susurro del pasado, una emoción intacta que resurge en un solo bocado. Así que este año olvídate de lo obvio. Olvídate de los regalos elegidos apresuradamente. Esta caja no es sólo un gesto, es un homenaje. Una forma de decir: "Sé que mereces más que un simple 'gracias'". ¿Qué pasa si decides comprarlo para ti? Nadie te detendrá