Todo tiene un comienzo: una célula diminuta, un solo átomo, una primera línea. Escribir en un cuaderno es como crear un mundo pequeño. Con tus sentimientos y pensamientos muy personales, tus propios valores e historias. Expresarse es un regalo: todo el mundo lo tiene en algún lugar, ya sea escondido en el fondo o en la bandeja de servir. 176 páginas para descubrirte a ti mismo.