"Contra el dolor óseo, complemento alimenticio para la osificación normal. Información Adicional fisiología El hueso es un tejido vivo que continúa formándose y reabsorbiéndose durante toda la vida. A través de este proceso, el hueso recién formado reemplaza al hueso envejecido, lo que permite su reparación. Los osteoblastos son las células que forman el hueso. Su misión es construir tejido óseo mineralizando osteoides. Más concretamente, son los encargados de desarrollar la matriz proteica ósea que luego se mineralizará en pocos días gracias al fosfato de calcio. Se colocan bajo el control hormonal de la tiroides. Los osteoclastos, a diferencia de los osteoblastos, son las células que destruyen el tejido óseo. En particular, degradan el tejido envejecido. La acción combinada de osteoblastos y osteoclastos hace posible la renovación regular del tejido óseo a lo largo de la vida. La remodelación ósea que tiene lugar comienza con una fase de reabsorción ósea seguida de formación de hueso para rellenar la cavidad que se acaba de formar. Cuando el proceso destructivo es más importante que el de construcción, el hueso se vuelve anormalmente frágil. La osteoporosis se caracteriza pues por un deterioro de la calidad y cantidad del hueso, lo que aumenta notablemente el riesgo de sufrir fracturas. El calcio es el constituyente más importante de los huesos. Su absorción se mejora tomando vitamina C, vitamina K y potasio. Vitamina D La vitamina D contribuye al crecimiento normal de los huesos de los niños, a la absorción y utilización intestinal de calcio y fósforo, al mantenimiento de la estructura ósea, función muscular, dientes normales. vitamina k2 Estudios epidemiológicos han revelado que las personas con baja ingesta de vitamina K también tenían baja densidad ósea, asociada a un mayor riesgo de fracturas. La vitamina K contribuye al funcionamiento normal de los huesos. Vitamina C La vitamina C contribuye a la formación normal del colágeno necesario para el funcionamiento normal de vasos sanguíneos, huesos, cartílagos, piel, dientes y encías. La capacidad de mover el calcio de la sangre a las células y fijarlo en la estructura ósea depende de muchos factores, incluido el equilibrio ácido-base. Muy a menudo, el nivel de calcio es normal en las personas afectadas por la osteoporosis, pero sufren de acidez. El potasio permite entonces alcalinizar y restaurar así el pH de la sangre. Experimentalmente, la administración oral, en mujeres posmenopáusicas, de bicarbonato potásico reduce la eliminación de calcio y fósforo, mejorando así el balance cálcico, reduce la excreción urinaria de hidroxiprolina (marcador de resorción ósea) y aumenta la osteocalcina (marcador de formación ósea) . En un ensayo de 24 semanas con 108 mujeres posmenopáusicas con osteoporosis, tomar 10 g al día de colágeno aumentó y prolongó el efecto de la calcitonina, una hormona responsable de contrarrestar la pérdida ósea.