El olfato ha sido considerado durante mucho tiempo un sentido animal, primario, instintivo, bestial... Si el hombre, erguido sobre sus dos patas traseras, ha desarrollado el oído y la vista, sentidos reconocidos como más nobles e intelectuales, los animales han conservado el sentido del olfato como principal medio de comunicación, y algunos lo utilizan a veces de forma impresionante. e inesperado. Los animales se sienten, pero también huelen, bien o mal. Si a veces nos atrae el olor de su pelaje, muchas veces nos repele el de su carne, excepto cuando se asa a la parrilla. Del almizcle al ámbar gris pasando por la civeta, el animal siempre ha sido fuente de materia prima en la elaboración de perfumes, hasta hace muy poco tiempo. Desde La Panthère de Cartier hasta Muscs Koublaï Khän de Serge Lutens, el animal se infiltra en los frascos, difundiendo sus indeseables notas silvestres que acechan tras las flores frescas, como si el hombre quisiera difundir un mensaje olfativo, redescubrir un aura olvidada que se habría perdido durante su evolucion?