Absorbente, purificante y regeneradora, la arcilla verde está especialmente indicada para el cuidado de las pieles mixtas a grasas. Absorbente, purificante y regeneradora, la arcilla verde está especialmente indicada para el cuidado de las pieles mixtas a grasas. La arcilla verde regula la secreción de sebo, combate el acné, elimina los puntos negros, matifica la piel, cierra los poros, seca las espinillas y ayuda a la cicatrización. La arcilla verde contiene más minerales que la arcilla blanca, la arcilla roja o la arcilla amarilla, lo que la hace más absorbente y, por lo tanto, más capaz de retener toxinas e impurezas. 100% natural y económico, es recomendado para: piel gruesa, piel grasosa, pieles con imperfecciones (granos, puntos negros, etc.). complexiones apagadas Gracias a la remineralización, la arcilla verde te ayudará a recuperar una tez clara, fresca, suave y radiante. Vierta la cantidad deseada de arcilla verde en un recipiente de vidrio o madera. Agregue un volumen de agua de manantial para sumergir completamente la arcilla. Deje reposar durante aproximadamente media hora y luego revuelva con una espátula no metálica para obtener una pasta suave. Como mascarilla de belleza: Aplicar la pasta de arcilla en una capa espesa sobre el rostro y el cuello, evitando el contorno de ojos y labios. Dejar actuar durante unos 15 minutos sin dejar que la mascarilla se seque sobre la piel. Enjuague con agua tibia, seque la piel con una toalla de algodón. Completa el tratamiento con la aplicación de un aceite rellenador, adaptado a tu tipo de piel. En el baño para suavizar la epidermis: Vierta una o dos cucharadas de arcilla verde en un vaso grande de agua de manantial, revuelva con una espátula no metálica y luego agregue la mezcla obtenida al agua del baño.