El trago “Madeleine” es mucho más que un simple elixir. Inspirada en las magdalenas del Mont-Saint-Michel, recuerda las historias de los antiguos peregrinos que, después de desafiar las mareas, encontraron refugio en la tienda de un acogedor comerciante de segunda mano, en el corazón de las calles adoquinadas. Este último, amante de los sabores de antaño, ofrecía a sus visitantes magdalenas aromatizadas con mantequilla salada y vainilla, un dulzor reconfortante que calmaba las almas cansadas. Con este trago, es todo este espíritu lo que saboreas: cada sorbo te transporta a este momento congelado entre la niebla del mar y las piedras centenarias, donde el marchante de segunda mano compartió su herencia gustativa, en homenaje al Monte y sus leyendas.