Los caramelos elaborados con miel y propóleo, sustancia natural de la colmena, son famosos por su sabor dulce. Son de un color negro bastante translúcido y tienen forma de perla. En boca, estos caramelos revelan un ligero y sorprendente amargor asociado al dulzor de la miel, lo que los hará ideales para una pausa gourmet. Este producto, seleccionado y envasado por el Village de François en Desert Abbey, está elaborado con ingredientes de calidad y aromas y colorantes naturales. Le Village de François es una asociación que acoge a personas vulnerables y a sus acompañantes, ofreciéndoles un techo, una actividad económica y mucha bondad. Esta bolsa de dulces que compras permite a las personas frágiles trabajar, vivir con dignidad y recuperarse.