Jabón de bayas de laurel
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Un jabón muy suave, 6% surgras, con leche de oveja y el aroma balsámico y oriental de benjuí y pachulí. Conocida desde el Antiguo Egipto, la leche se utilizaba en el cuidado cosmético por sus propiedades suavizantes y calmantes para la piel. La particularidad de la leche de oveja es su gran riqueza en grasas que la convierte en la más gorda de todas las leches y la más adecuada para pieles secas. En esta formulación también encontrarás aceite de camelina que es rico en ácidos grasos, y en particular en omega-3 pero también en vitamina E. El aceite de camelina hidrata, protege y calma la piel. La intensa suavidad que obtiene este jabón hará que quieras usarlo de pies a cabeza.