La bruja vive sola en el bosque. Ocupa sus días entre la recolección de plantas para sus infusiones y sesiones de contemplación de la naturaleza. Cuando conoce a Chanoir, todo triste y abandonado por el color de su pelaje, decide ayudarlo a encontrar un lugar al que pertenecería. Después de un buen té de hierbas, los dos nuevos amigos emprenden una aventura. A través de encuentros y aventuras, puntuados por algunos tés de hierbas vigorizantes, descubrirán juntos que las apariencias a menudo engañan y que es bueno abrazar lo desconocido. ¿Las brujas siempre tienen que ser malas? ¿Los gatos negros son realmente mala suerte? ¿Y realmente le tienen miedo al agua, como pensamos? Al describir personajes reñidos con su reputación, Marina Philippart ofrece una historia llena de ternura que te hace pensar en prejuicios y supersticiones, donde la magia toma apariencia de poesía y donde aprendes que no importa lo que piensen los demás, siempre hay un lugar al que pertenecemos.