Comunión y confirmación 645
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En el centro de la composición, se alza majestuoso un cáliz dorado, elegantemente grabado y rodeado de azucenas blancas, símbolo de pureza y renacimiento espiritual. Junto al cáliz, se coloca con reverencia un racimo de uvas, símbolo del cuerpo de Cristo, recordando la comunión fraterna y la ofrenda sacrificial del Salvador. Alrededor de los símbolos sagrados, decoraciones de damasco envuelven la tarjeta con elegancia y refinamiento.