Comunión 649
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Una imagen tierna y solemne: un hermoso niño vestido de blanco, símbolo de pureza e inocencia, se alza con gracia en el centro de la tarjeta. Sus manos están entrelazadas en un gesto de devoción y oración, mientras que su mirada transmite un sentimiento de reverencia y gratitud. La delicada luz que lo envuelve parece subrayar su aura de inocencia y espiritualidad.