Proporciona un efecto cálido, calmante, limpiador y protector que facilita la digestión, el correcto desarrollo de los tejidos en el bebé y favorece el sueño. Acariciar y masajear a un bebé no solo es un acto de amor: estos momentos de juego y ternura también puede ser un gesto de carácter terapéutico, con importantes beneficios fisiológicos y emocionales. Los masajes y las caricias, además de estimular las defensas del bebé, ayudan al correcto desarrollo de su sistema nervioso, digestivo y locomotor, se limpia su delicada piel y se favorece la circulación. 125 ml Uso: Aplica aceite sobre tus manos y acaricia todas las partes del cuerpecito del bebé realizando un suave masaje, desde el pecho hacia los costados sin olvidar la tripa, las piernas, los pies y los brazos. El masaje en la espalda debe hacerse transversalmente por los costados y de arriba hacia abajo, sin hacer presión sobre la columna vertebral. El masaje sobre la tripa ayudará al bebé con la digestión. Es recomendable dar el masaje después del baño y preferiblemente por la noche para que se relaje y duerma mejor. Propiedades: Aceite vegetal de sésamo: Aceite ayurvédico excelente para masajes, nutre y calienta, mejora la circulación y el sistema nervioso, fortalece los músculos y la digestión y aumenta el bienestar en general. Aceite vegetal de caléndula: Posee propiedades calmantes, cicatrizantes, antibacterianas y antiinflamatorias (rica en flavonoides y triterpenos). Está especialmente indicado para calmar pieles sensibles o irritadas regenerándolas y dejando un precioso brillo en la piel. Muy indicado para el cuidado de la sensible y delicada piel del bebé.