En 1925, el tatarabuelo de Harvey se sorprendió al descubrir botellas de alcohol misteriosamente construidas en las paredes de su casa de campo. Cuenta la leyenda que para evitar los altos impuestos gubernamentales, el ron y otros productos a menudo se introducían de contrabando en el cabo de Cornualles en barco y se almacenaban en un edificio agrícola conocido como "The Wink". Ahora usamos ese mismo edificio para envejecer, mezclar, condimentar y embotellar con amor nuestros rones especializados.