Polen fresco (¡no seco!)Los naturópatas lo consideran el alimento más rico en nutrientes que se conoce. Puede prevenir y/o ayudar a suplir determinadas carencias de micronutrientes y luchar contra la aparición de numerosas patologías. Sus micronutrientes contribuyen a una suave energización del organismo, a la regulación de la función intestinal, al aumento de las defensas naturales, a la reducción de la acidez, a la protección de las células y a la mejora de la calidad de la piel y el cabello. ¡Un verdadero superalimento! CÓMO CONSUMIR POLEN FRESCO Te aconsejamos que integres polen fresco en tu ritual de desayuno, ¡como gesto de salud/placer por la mañana! Una cucharada grande en ayunas si tienes una flora intestinal fuerte o durante el desayuno u otra comida con fruta (en macedonia, en compota o zumo) si eres sensible. Para ideas de recetas, síguenos en las redes sociales, ¡las compartimos frecuentemente! El polen fresco es un alimento, ¡puedes comerlo todos los días del año! Y como alimento, por supuesto podrás dárselo a tus hijos a partir de 2 años (mínimo una cucharadita). ¡CUIDADO CON CONSUMIR POLEN FRESCO, NO SECO! Los micronutrientes del polen son extremadamente sensibles, especialmente al calor. El polen seco (que se encuentra en frascos en la sección seca) es polen muerto calentado, que ha perdido la mayor parte de sus micronutrientes, en particular sus fermentos lácticos, mientras que el polen fresco es un alimento vivo excepcional. UN POLEN FRESCO PARA GUARDAR EN EL CONGELADOR El proceso patentado de conservación del polen fresco permite una ruptura en la cadena de frío (máximo 8 días) mientras no se abra la caja. Se lo enviaremos por correo ordinario, pero al recibirlo colóquelo en el congelador. Cuando se consume, el polen fresco se derrite inmediatamente, ¡no es necesario "descongelarlo"!