La curación con cristales se presenta como un enfoque terapéutico poco convencional que emplea piedras preciosas para restablecer el equilibrio tanto en la mente como en la vida de un individuo. Esta metodología utiliza piedras preciosas y cristales semipreciosos como el cuarzo, el ágata, la amatista o el ópalo, aprovechando su potencial para abordar las aflicciones y alejar dolencias. En esencia, la curación con cristales opera bajo la premisa de que estas gemas sirven como conductos para la curación, facilitando el influjo de energías afirmativas y curativas en el cuerpo. Este proceso ayuda a elevar los niveles de energía agotados, protegerse de la negatividad, liberar energías obstruidas y fomentar una metamorfosis dentro del aura del cuerpo.