Un aceite de oliva dulce de carácter herbáceo, delicadamente perfumado por la maceración de una albahaca, recogida en lo mejor de su generosidad. Dos sabores que se complementan en perfecta armonía para sublimar una amplia variedad de preparaciones. Su formato será especialmente adecuado para descubrir el producto o para realizar tus cestas o cajas gourmet. El intenso sabor de la albahaca recién cogida es ideal para aliñar una ensalada de tomate y mozzarella, queso de cabra, salmonetes a la plancha o gazpacho. Muy simple, le da un sabor incomparable a un plato de cappellini o spaghetti. Unas gotas en una ensalada de fresas o sobre un helado de vainilla dan un sabor único a estos postres. El aceite de albahaca va bien con vinagre balsámico de Módena, vinagre de Jerez o vinagre de pimienta y pimiento de Espelette.