No quiero ser demasiado evangélico al respecto, pero en Unwind, las noches son nuestro momento favorito del día...
En términos generales, muchos de nosotros pasamos nuestros días siendo pequeñas abejas activas y ocupadas, haciendo las cosas, corriendo de una cosa a la siguiente. Pero la noche, si la dejamos, tiene ese efecto mágicamente calmante de ralentizarnos…
Eso es porque históricamente, mucho, mucho, mucho tiempo atrás, cuando vivíamos en cuevas y chozas de barro, todo sobre la hora de la tarde, todas las señales ambientales; los cielos oscurecidos, las bajas temperaturas, las estrellas centelleantes y la luna, le dijeron a nuestros cuerpos que era hora de detenerse, reducir la velocidad, reunirse alrededor del fuego y contar historias. Para abrazar a esa persona especial. Para protegerse colectivamente unos a otros de los vagabundos nocturnos. Mirar las estrellas, pensar, soñar, dormir…
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