Cuando el sabio señala el fraude, el necio mira el regalo. Para justificar su robo sin precedentes de las cuentas públicas, los nuevos filántropos argumentan que después de ser los mejores en hacer fortuna, serán los mejores en hacer el bien. Se nos pide que nos maravillemos, que nos postremos ante su generosidad sin límites, de la que el mundo no puede prescindir. La crisis del Covid es, desde este punto de vista, paroxística: los multimillonarios se enriquecen mientras el resto de la humanidad se hunde en la pobreza extrema. Para ocultar esta intolerable realidad cuantificada, algunos ofrecen a los hospitales unas mascarillas, botes de gel, incluso unas monedas... Cuando a la caridad le importa un comino el hospital, ya no cabe la duda: hay algo podrido en el reino de la filantropía! Demostrando cómo Francia copia lo peor del sistema estadounidense con donantes y supuestamente mecenas corporativos aplaudidos por políticos cómplices, Vincent Edin ataca severamente a quienes afirman ejercer un papel de interés general mientras evaden impuestos. El ensayo que denuncia la gran hipocresía y la gran estafa en que se ha convertido la filantropía.