El que se pega a nuestras botas

Al final de sus estudios en Arts Déco, la joven narradora de esta historia entabla con su padre, un agricultor, un diálogo sin precedentes en torno a la tierra y el medio ambiente, con el pretexto de convertirla en su tesis final. Su intercambio, a menudo chocante pero siempre cariñoso, rápidamente traiciona todo lo que separa y tal vez opone a las generaciones. Él, fuerte por su experiencia personal, se siente obligado a defender la agricultura convencional, aunque conoce sus defectos: hay que alimentar al planeta... Ella, empapada de cultura alternativa y nutrida de los referentes de la ecología política, se aferra a sus convicciones. ¿Qué pasa si sus posiciones respectivas provienen en parte de ideas recibidas? ¿Y si la urgencia fuera ante todo aprender unos de otros? Marine de Francqueville recorre con calidez, humor y empatía este choque de valores y sensibilidades, y pinta el cuadro de una intensa y modesta relación padre-hija. A través de su conmovedora historia común, obviamente autobiográfica, se encarna un debate de candente actualidad en torno a los temas cruciales de la agricultura del mañana. Vivos pero afectuosos, los intercambios animados de una joven artista y su padre agricultor en torno a los principales problemas de la agricultura en un mundo al revés.