Arcilla verde

Sin duda la más conocida de las arcillas, se utilizó desde el Antiguo Egipto por sus propiedades antisépticas y depurativas. Particularmente rica en cobre, cromo e incluso zinc, sus aportes en oligoelementos son igualmente impresionantes: magnesio, sodio, fósforo o incluso potasio hacen que esta arcilla sea imprescindible para la obtención de una piel sana. También se utiliza en el cuidado del cabello y el cuero cabelludo, que limpiará. Indicado para pieles mixtas y grasas. La piel está purificada, oxigenada. Rostro, Cuerpo y Cabello Disuelve la arcilla en agua tibia hasta obtener un material suave y homogéneo. Aplicar en el rostro (evitar la zona de los ojos) y en el cuello, sobre la piel cuidadosamente limpia. Dejar actuar de 10 a 15 minutos y aclarar con agua limpia.