Si dejas que el Dutch Blend termine durante 14 meses en un barril de coñac, se volverá de color ámbar, con pasas, coñac, roble, frutos rojos, higos y vainilla en el aroma. El sabor cremoso y elegante tiene pasas, toques de cuero y tabaco, frutos secos, un poco de amargor de la madera. El final es cálido y largo. La idea de que podrías estar bebiendo coñac después de todo no es rara... 44,2% de alcohol