Bálsamo de invierno con alcanfor para niños, certificado ecológico, 5%

El alcanfor, olvidado hace mucho tiempo, fue utilizado durante siglos por muchas generaciones. Lo usaban en bálsamos, ungüentos y lociones, para descongestionar la nariz, para masajes o cataplasmas. Pero también para frotar los pies empapados de nieve de los niños. Después de jugar en la nieve, se ponía calcetines de lana, preparaba té y por la mañana los pequeños héroes estaban listos para nuevas aventuras. En Asia lo llamaban “Maravilla”, “Poder del Dragón” o “Sanador”. Sus propiedades calentadoras, antivirus y antiinflamatorias han sido probadas y comprobadas durante todos estos años y fueron de enorme ayuda para las personas. Es hora de su regreso. Modo de empleo: Se aplica generosamente por la noche sobre espalda, escote y pies con movimientos profundos de masaje. Luego, póngase ropa abrigada para retener el mayor tiempo posible el calor resultante del masaje. Lo mejor es combinarlo con una taza de té aromático. Es la solución perfecta después de un día de esquí, peleas de bolas de nieve o simplemente ignorar la regla de no saltar en los charcos. Para uso en niños menores de 6 años, consultar a un médico.