Delicadamente perfumado con Azahar, este voluptuoso té blanco de gran delicadeza tiene como base un bellísimo "Bai Mu Dan", que significa "Peonía Blanca" en chino. Antiguamente reservado a los emperadores de China, el té blanco es único gracias a su proceso de elaboración: las hojas no se enrollan ni se cuecen al vapor, sino que se secan de forma natural para conservar su calidad y su sabor. Cosechada en las altas montañas de China, ofrece una bebida floral de aromas dulces, refrescantes y delicados. Combinado con el sabor natural de la flor de naranjo, es una deliciosa invitación a la relajación y la serenidad. A menudo saboreado en China para saciar la sed, se saborea lentamente, como un arte de vivir, y le seducirá con la sutileza de su aroma tranquilizador.