Tazemza: Una tierra, mujeres, una historia de cerámica
Tazemza, un nombre que resuena como una oda a la tierra. Esta palabra, de herencia tunecina, designa un tipo de tierra único, una mezcla sutil de arcilla y yeso. Inspirado en este material híbrido, creé Tazemza para transformar la tierra en obras de arte portadoras de historia y conocimiento, al tiempo que promociono la comunidad que me apoya.
La historia de Tazemza nació en el sur de Túnez, donde el desierto, el mar y la montaña configuran una identidad profundamente arraigada en la tierra. Es en este contexto que fundé mi taller, impulsado por una visión: honrar las técnicas cerámicas ancestrales y reinventarlas para expresar una identidad contemporánea. Cada pieza vendida bajo la marca Tazemza lleva la huella de esta historia, la de una herencia milenaria reinterpretada por mi creatividad.
Mi mudanza a Francia abrió un nuevo capítulo. Al instalarme aquí, quería ampliar los horizontes de Tazemza y poner en diálogo mis raíces tunecinas con nuevas inspiraciones extraídas de mi entorno actual. A partir de ahora, Tazemza vive entre dos territorios: Túnez, tierra de memoria, autenticidad y transmisión, y Francia, tierra de innovación, encuentro y apertura internacional. Esta doble pertenencia enriquece mi enfoque artístico y confiere a mis creaciones una nueva profundidad: reflejan un ir y venir constante entre dos culturas.
Detrás de cada pieza se esconde mi visión y mis diseños, cuidadosamente elaborados por un equipo de mujeres talentosas en nuestro taller tunecino. Su saber hacer ancestral y su pasión dan cuerpo a mis ideas, mientras que mi presencia en Francia me permite desarrollar una visión contemporánea, en sintonía con un público internacional.
Tazemza es un puente entre Túnez y Francia: una marca que se nutre de dos mundos, donde tradición y modernidad se entrelazan. Es también un proyecto social y artístico que celebra las raíces tunecinas al tiempo que se abre a nuevas perspectivas, encarnando el diálogo, la memoria y la transmisión.