Los calcetines del grito

El Grito es el motivo más conocido y más reproducido de todos los de Edvard Munch y la única pintura del mundo que se ha convertido en un emoji. El paisaje de la imagen es reconocible como el fiordo de Kristiania visto desde Ekeberg, con colores expresivos y líneas fluidas. Su figura central es una criatura ambigua (nadie está seguro de su género o características) que se ha convertido en un símbolo universal de la ansiedad y una de las imágenes más icónicas del arte. Hay dos cuadros de El Grito y ambos han sido robados y devueltos sanos y salvos. Artista: Edvard Munch Creado: 1893 Dimensiones (cm): 91 נ73.5 Formato: Óleo, témpera, pastel y crayón sobre cartón Ubicación: Galería Nacional, Oslo, Noruega