
El beso representa el apogeo del «Período Dorado» de Klimt, durante el cual incorporó hojas doradas a sus obras. Refleja la influencia del arte religioso de la Edad Media y las obras creadas por artistas del Imperio bizantino, pero también es un vínculo con el propio pasado de Klimt, ya que tanto su padre como su hermano menor trabajaban con metal. La pintura, que en un principio fue percibida como pornográfica, retrata dos figuras envueltas en telas con estampados densos en un momento de intenso placer sensual. La fuerza masculina está representada por una potente capa de bloques negros y grises, suavizada por los trazos orgánicos y femeninos. En comparación, la energía femenina se muestra como círculos giratorios de motivos florales brillantes y líneas onduladas que fluyen hacia arriba. Artista: Gustav Klimt Creación: 1907–1908 Dimensiones (cm): 180 x 180 Formato: Óleo y pan de oro sobre lienzo Ubicación: Österreichische Galerie Belvedere