"Es un perfume sólido elaborado a base de aceites y ceras vegetales con el característico aroma de Sarah Becquer, para que puedas llevarlo siempre contigo y aplicarlo como una sutil crema en muñecas, cuello y escote. Más que un perfume, el aroma de Sarah Becquer es una experiencia de bienestar, un descubrimiento olfativo, como un paseo por el campo al amanecer, cuando las gotas de rocío envuelven mágicamente el aroma de los almendros en flor... Una noche de verano, disfrutando de la calma, bajo los cedros centenarios del jardín... Así nace el primer perfume Sarah Becquer, donde el aroma de pachuli, representa la fuerza y la energía de la naturaleza. Un preámbulo relajante, que invita a la calma y a disfrutar del momento...Las primeras notas, avellana y almendra, incitan al bienestar y a esa maravillosa sensación de felicidad que hace que aumenten los niveles de serotonina, la denominada hormona de la felicidad En su corazón palpitante, destaca la frescura del cedro, que sofistica su aroma con la flor de pachuli. La suavidad del almizcle desprende una estela elegante y envolvente, que intensifica su presencia con un toque de vainilla amaderada. Una fragancia, magnética, profunda e inolvidable."