Disfrute de un cálido saludo desde la metrópolis culinaria de Viena en forma del mejor chocolate blanco, decorado con crujientes trozos de galleta y grosellas negras afrutadas. Una letra artística y comestible completa esta exclusiva obra de arte de chocolate. Ideal como un dulce saludo, un regalo inusual o un pequeño recuerdo de momentos especiales en Viena. Hecho a mano en Austria, para aquellos que aman algo especial.